"In the flesh..."
Un día, te levantas y encuentras a la niñita que vive con los vecinos, afuera, en el pasillo. Sólo esta ahí parada, viéndote en silencio. Pero de repente... ¡te salta encima!
Y no precisamente para abrazarte. Para tu desconcierto, te entierra sus dientes profundamente en el cuello. La sangre salpica por todos lados, y tú acababas de trapear allí. Y te mueres. Pero en realidad, no estás muy muerto(a) que digamos. Unos momentos después, como que te despiertas otra vez. Te descubres incapaz de hablar o de pensar. Tu personalidad (si tenías tal cosa) se ha ido, encerrada tras las puertas de la Muerte. Todo lo que queda es el cadáver ambulante, decadente, y con mal aliento de lo que solías ser tú. Un profundo gruñido se escapa de tus labios. Te sientes tan... hambriento(a).