(Empire of the Sun)
Steven Spielberg, 1987
¿Así que ustedes creen que los nazis eran los únicos que usaban aquellos infames campos de concentración? Para que lo sepan, la mencionada y terrible práctica también fue implementada, entre muchos otros, por el ejército japonés durante la ocupación de China. Porque, aunque al gobierno nipón le gustaría olvidarlo, Japón y China estuvieron en guerra (una de tantas veces) entre 1937 y 1945. Lo de la guerra contra E.U. fue solo como los japos intentaban salir de la rutina.
Este film nos cuenta la historia de Jamie Graham (Christian Bale), un niño inglés de clase alta que, durante el conflicto, es separado de sus padres, con quienes vivía en territorio ocupado en China. Después de sobrevivir unos meses abandonado en su casa, decide salir a la calle, donde es capturado por soldados Japoneses, junto con un marino estadounidense llamado Basie (John Malkovich). Ambos son llevados a uno de los mencionados campos de concentración, junto con soldados ingleses, estadounidenses, y pobladores de China.
A partir de este punto, el film nos ilustra los brutales cambios que sufre la vida de Jamie, quien pasa de ser un niño mimado, a un prisionero de guerra, compartiendo los sufrimientos de una población china que llevaba años siendo apabullada no solo por Japón, sino por otras naciones que solo querían sacarle provecho a una nación a la que, erróneamente, creían débil. Somos testigos de como incluso la persona más ingenua se ve en la necesidad de adaptarse de cualquier forma posible a una situación adversa con tal de sobrevivir, aprendiendo de la vida lo que de otro modo hubiera permanecido mayormente ignorado.
Al final, Jamie hace lo necesario para seguir viviendo, creciendo y madurando con un alto coste en dolor, lo cual lo deja con muchas cicatrices psicológicas, pero con una perspectiva sobre la vida completamente nueva, desprendida por fin de su mundo de fantasías egoístas, y arrojado a una realidad que compartió con muchas personas que se hicieron importantes para él.
Esta película, está basada en la novela homónima escrita por James Graham Ballard. La novela, que se considera un trabajo parcialmente auto-biográfico, está basada en las experiencias del mismo autor durante la Segunda Guerra Mundial, durante una de sus etapas más importantes: la llamada Guerra del Pacífico. Ambas obras reflejan el nivel de humanización y la gran riqueza espiritual adquiridas por el autor mediante estas experiencias, y nos permiten a nosotros analizar una misma situación desde dos perspectivas muy distintas.
En un sentido más "meta", ésta peli nos recuerda dos cosas, que para muchos tal vez sean sorpresa, incluso: una, que Christian Bale, mejor conocido como un psicópata americano que en las noches se viste de murciélago, empezó siendo un niño actor/cantor bastante inocente; y dos, que Spielberg, mejor conocido por sus grandes blockbusters de acción y aventuras, también es perfectamente capaz de dirigir un drama serio, con más profundidad emocional que simples escenas vistosas. Eso, y nos reafirma que, por supuesto, John Malkovich puede hacer cualquier tipo de papel sin ningún tipo de problema, y sin que uno se dé cuenta.
Y así termina nuestra recomendación 2-en-1 (película y libro) sobre el orígen alternativo del Caballero de la Noche. La película es considerada un clásico del cine de los 80’s, así que no debe ser muy difícil el conseguirla, en internet o en algún establecimiento especializado.
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